Cuando llegan las lluvias en México, aumentan los riesgos de enfermedades transmitidas por mosquitos, sobre todo dengue, chikungunya y Zika, todas causadas principalmente por el mosquito Aedes aegypti. Las precipitaciones, el calor y la humedad favorecen la proliferación de criaderos y la actividad de los vectores. Por eso, autoridades sanitarias, comunidades, escuelas y familias deben prepararse con anticipación para evitar brotes. En este reportaje exploramos la situación reciente, los riesgos, lo que ya se está haciendo y qué puede hacer cada persona.
Situación general reciente
En 2024 México vivió un repunte muy importante en casos de dengue. Se reportaron más de cien mil casos confirmados ese año, además de una cifra elevada de fallecimientos en comparación con épocas anteriores. Algunos estados concentraron buena parte de los contagios; por ejemplo, Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Guerrero y Michoacán han sido las entidades más afectadas.
Pese a esto, los datos más recientes de 2025 muestran una disminución significativa en los contagios, especialmente durante las primeras semanas epidemiológicas del año en comparación con el mismo periodo de 2024. Las cifras oficiales señalan reducción de casos de dengue no grave, dengue con signos de alarma y dengue grave. Se ha atribuido esta baja a la implementación de medidas preventivas tempranas, campañas de control vectorial, uso más sistemático de larvicidas y acciones comunitarias en zonas de alto riesgo.
No obstante, hay variaciones importantes entre estados: algunos tienen aún altos niveles de casos activos y riesgo entomológico, mientras que otros han logrado controlar relativamente bien la situación. Esto demuestra que, aunque el esfuerzo nacional funciona, se necesita reforzar el trabajo en ciertas regiones.
Plan Nacional y estrategias oficiales
Ante esta realidad, el gobierno federal ha lanzado para el periodo 2025-2030 un Plan Nacional para el Control del Dengue y Otras Arbovirosis, que tiene como objetivo reducir en un 50 % los casos de dengue, Zika y chikungunya.
Las estrategias clave incluyen:
-
Vigilancia y alertamiento temprano: instalación de ovitrampas para monitorear densidades de mosquito, identificación de municipios y localidades con mayor riesgo.
-
Control de vectores: aplicación de larvicidas y uso de insecticidas de larga duración dentro de viviendas; nebulizaciones en zonas específicas; liberaciones de mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia, que disminuyen la capacidad del mosquito de transmitir virus.
-
Acciones comunitarias: campañas de limpieza para eliminar criaderos, educar a la población para tapar, voltear, vaciar y desechar recipientes que acumulan agua; involucrar a escuelas, hospitales y vecinos.
-
Investigación y desarrollo: trabajo en la vacuna contra el dengue; estudios para innovar en control vectorial; evaluación de nuevas tecnologías para monitoreo.
Medidas que puedes adoptar tú
La prevención comienza en casa y en la comunidad. A continuación las acciones más efectivas que toda persona puede realizar:
-
Eliminar criaderos de mosquitos
-
Vaciar recipientes con agua estancada (cubetas, macetas, botellas, latas, llantas viejas).
-
Mantener tapados tanques, tinacos, cisternas y cualquier depósito donde pueda acumularse agua de lluvia.
-
Desechar objetos inservibles que puedan acumular agua.
-
-
Limpieza frecuente
-
Lavar con cepillo los recipientes que llevan agua, sobre todo floreros, bebederos de animales o platos.
-
Voltear cubetas, botes y recipientes que no se usen.
-
Mantener patios, azoteas y jardines limpios.
-
-
Uso de barreras físicas y repelentes
-
Instalar mosquiteros en ventanas y puertas, especialmente en habitaciones donde se duerme.
-
Usar repelentes de insectos aprobados cuando se esté al aire libre, especialmente al amanecer y al atardecer.
-
Ropa clara, manga larga, sobre todo si se está en zonas de riesgo.
-
-
Colaboración comunitaria
-
Participar en brigadas vecinales de limpieza preventiva.
-
Denunciar criaderos grandes en espacios públicos.
-
Apoyar campañas de fumigación o nebulización local.
-
-
Cuidado con los síntomas
-
Reconocer síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, detrás de los ojos, dolores musculares o articulares, sarpullido, náuseas o vómitos.
-
Acudir a un centro de salud si los síntomas se agravan o si aparecen signos de alarma como sangrado, dificultad para respirar o dolor abdominal fuerte.
-
-
Programas escolares y públicos
-
Incentivar escuelas para enseñar a niñas y niños sobre el ciclo del mosquito.
-
Que autoridades locales participen en campañas escolares y espacios públicos como mercados, hospitales, parques.
-
Conclusión
La temporada de lluvias es un periodo crítico para la salud pública en México por la probabilidad de aumento de enfermedades transmitidas por mosquitos. Pero los datos recientes muestran que con acción temprana, participación comunitaria y medidas bien mantenidas, es posible reducir considerablemente los contagios. Cada persona tiene un rol: desde mantener limpias sus casas y patios hasta colaborar con brigadas y cumplir las recomendaciones oficiales. El Plan Nacional para el Control del Dengue y Otras Arbovirosis ofrece un marco estratégico para reducir los casos y salvar vidas, pero su éxito depende de que las acciones se efectúen desde ya, de forma colectiva y sostenida.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta profesional, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico de confianza.
Fuentes bibliográficas:
– Secretaría de Salud, Plan Nacional para el Control del Dengue y Otras Arbovirosis (México), 2025.
– Informe epidemiológico, Secretaría de Salud de México: cifras de dengue por entidad federativa 2024-2025.
– Secretaría de Salud de Michoacán, reporte de casos confirmados y acciones de prevención en temporada de lluvias 2025.