Preparando el nido: autocuidado antes y después del parto

El embarazo y el posparto forman un periodo crítico en la vida de la mujer. El bienestar físico, emocional y nutricional durante estos momentos tiene repercusiones importantes tanto para la madre como para el bebé. En México, políticas y guías recientes han reforzado la importancia de una atención prenatal y postnatal integral. Prepararse con anticipación, cuidarse durante la gestación y mantener buenas prácticas en el puerperio (las semanas posteriores al parto) pueden marcar una diferencia sustancial en la salud, recuperación y bienestar familiar.

Atención prenatal: lo que debe hacerse antes del parto

  1. Control médico regular
    Las citas con el personal de salud (obstetras, ginecólogos), nutricionistas y especialistas son fundamentales. En México, ISSSTE y otras instituciones enfatizan que las revisiones médicas permiten identificar riesgos como preeclampsia, diabetes gestacional, anemia o infecciones, y actuar oportunamente.

  2. Nutrición adecuada
    Una alimentación balanceada, rica en proteínas, hierro, ácido fólico, calcio, vitaminas y minerales es esencial. Las Guías Alimentarias Mexicanas actuales promueven patrones alimenticios saludables para toda la población, incluyendo mujeres embarazadas, con énfasis en alimentos regionales, frutas, verduras, leguminosas y granos integrales para apoyar la gestación.

  3. Hábitos saludables
    Evitar el tabaquismo activo y pasivo, el consumo de alcohol, drogas y limitar el uso de sustancias potencialmente dañinas. Mantener actividad física ligera o moderada según indicaciones médicas. Dormir lo suficiente y gestionar el estrés emocional mediante apoyo familiar, social o profesional.

  4. Preparación para el parto
    Informarse sobre los tipos de parto posibles, los hospitales que ofrecen atención segura, derechos como el acompañamiento, anestesia, planes de parto, preparación física (ejercicios prenatales, fortalecimiento del suelo pélvico) y el entorno familiar.

  5. Preparativos logísticos y emocionales
    Organizar el hogar para la llegada del bebé: tener lo necesario para el recién nacido (ropa, pañales, cuna), planear quién apoyará después del parto, cómo será la llegada a casa, transporte al hospital, cuidados en casa. También es fundamental cuidar el estado emocional: compartir expectativas, hablar de miedos, buscar apoyo psicológico si hace falta.


El puerperio: autocuidado en las semanas posteriores al parto

El puerperio (o periodo posparto) comprende generalmente las seis semanas después del nacimiento, momento en que el cuerpo de la mujer regresa—de manera progresiva—al estado previo al embarazo. Este período requiere cuidados especiales para favorecer la recuperación física, proteger la salud mental y establecer vínculos saludables con el bebé.

  1. Descanso adecuado
    El cuerpo necesita recuperarse. Dormir lo más posible, aprovechar los momentos en que el bebé duerme, evitar sobrecargas en las primeras dos semanas. En las primeras horas y días posteriores al nacimiento es clave el reposo, evitando levantar objetos pesados, hacer esfuerzos físicos intensos y escalones.

  2. Higiene y cuidado del cuerpo
    Mantener buena higiene genital, controlar el sangrado posparto, cuidar las heridas si hubo cesárea, desgarros perineales o episiotomías. Bañarse según indicaciones médicas, evitando humedad prolongada, productos irritantes, frotaciones fuertes. Usar ropa cómoda, fresca y adecuada para la estación climática.

  3. Nutrición, hidratación y lactancia
    Continuar con dieta balanceada para apoyar la cicatrización, la recuperación energética y la producción de leche si se amamanta. Beber suficiente agua. Consumir comidas completas, con buen aporte de calorías, proteínas y micronutrientes esenciales. En México, las Guías Alimentarias recomiendan continuar con patrones saludables compatibles con la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses.

  4. Atención médica y controles postnatales
    Acudir a las consultas de control alrededor de los 7 días y luego al mes del parto, para evaluar la recuperación física, revisar útero, estado general, salud mental y detectar signos de alarma como fiebre, hemorragias, dolor intenso o síntomas infecciosos. La Secretaría de Salud y el Consejo de Salubridad General en México destacan estos controles como parte del Día Nacional de Salud Materna y Perinatal.

  5. Salud emocional y apoyo psicológico
    Es normal experimentar cambios de humor, llanto, fatiga emocional. Pero también hay riesgo de depresión posparto, ansiedad, trastornos del sueño. Contar con redes de apoyo cercanas (familia, pareja, amistades) y profesionales de salud si los síntomas se tornan severos. Conversar con otras madres, participar en grupos de apoyo puede ayudar mucho.

  6. Vínculo con el bebé y lactancia
    El primer contacto piel con piel, el inicio inmediato de la lactancia (cuando las condiciones lo permiten), ayudan al vínculo emocional, regulan la temperatura y estabilizan al bebé. Estar alerta a la posición correcta para amamantar para evitar grietas o molestias, si hay dificultades buscar asesoría.

  7. Actividad física progresiva
    Una vez pasadas las primeras semanas y según indicaciones médicas, iniciar caminatas suaves, ejercicios de respiración y fortalecimiento del suelo pélvico, siempre sin forzar. La actividad contribuye a la recuperación física, mejora del ánimo y circulación.

Conclusión

Preparar el nido no es solo asunto del bebé: incluye una preparación consciente, integral, que cuida la salud física, emocional, nutricional y social de la madre antes y después del parto. En México, si bien hay avances en políticas, guías alimentarias y programas públicos que apoyan la salud materna, persisten retos de acceso, equidad y adaptabilidad de la atención. El autocuidado – descansando, buena alimentación, preparación prenatal, apoyo emocional, controles médicos, establecimiento del vínculo temprano con el bebé – puede marcar una diferencia real en la recuperación y en el inicio saludable de la vida postnatal.

Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta profesional, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su medico de confianza.

Fuentes bibliográficas

  1. Gobierno de México, Consejo de Salubridad General. Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal: recomendaciones para el cuidado antes, durante y después del parto. 2025.

  2. Organización Mundial de la Salud. Recomendaciones para la atención de calidad a las mujeres y los recién nacidos en las semanas críticas tras el parto. (Directrices postnatales). 2022.

  3. ISSSTE. Subraya ISSSTE cuidados en la salud de la mamá, antes, durante y después del parto. 2025.

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