Los rostros del cáncer en México: Una mirada a la prevención y sus causas

El cáncer, una enfermedad compleja y multifactorial, representa un desafío significativo para la salud pública en México. Cada año, miles de mexicanos son diagnosticados con diversos tipos de tumores malignos, convirtiéndose en una de las principales causas de mortalidad en el país. Sin embargo, la ciencia y la medicina han avanzado considerablemente en la comprensión de esta enfermedad, revelando que una proporción sustancial de los casos es prevenible.

Los cánceres más prevalentes en México

De acuerdo con datos del Gobierno de México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los tipos de cáncer más comunes varían ligeramente entre hombres y mujeres, aunque algunos se presentan en ambos sexos con alta prevalencia.

En mujeres:

  • Cáncer de mama: Es el cáncer más común en mujeres mexicanas y se presenta con mayor probabilidad después de los 40 años, aumentando el riesgo con la edad. Casi el 70% de los casos se da en mujeres de entre 30 y 59 años.
  • Cáncer cervicouterino: Aunque ha mostrado una disminución en la mortalidad, sigue siendo un problema de salud pública importante. El Virus del Papiloma Humano (VPH) es el factor de riesgo más relevante.
  • Cáncer de tiroides: También figura entre los principales tipos de cáncer en mujeres.
  • Cáncer colorrectal: Se observa en ambos sexos, ocupando un lugar importante en la prevalencia femenina.
  • Cáncer de endometrio: Un tipo de cáncer ginecológico que también es relevante en la población femenina.

En hombres:

  • Cáncer de próstata: Es el cáncer más común en hombres en México. La mayoría de los casos se detectan en hombres mayores de 65 años, y el riesgo aumenta con antecedentes familiares.
  • Cáncer colorrectal: Al igual que en mujeres, es un tipo de cáncer prevalente en hombres.
  • Cáncer de estómago: También se encuentra entre los más frecuentes en la población masculina.
  • Cáncer de pulmón: Es una afección común en ambos sexos, con una alta mortalidad asociada al tabaquismo.

En la población infantil y adolescente, la leucemia es el cáncer más común.

Las causas detrás de la enfermedad: Factores de riesgo

El desarrollo del cáncer rara vez se debe a una única causa, sino a una compleja interacción de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. En México, se estima que un porcentaje significativo de los casos de cáncer, cerca del 30% según el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), está relacionado con hábitos y estilos de vida poco saludables.

Factores de estilo de vida:

  • Tabaquismo: Es uno de los factores de riesgo más importantes, asociado a diversos tipos de cáncer como el de pulmón, cabeza y cuello, esófago, riñón, hígado, vejiga, páncreas, y cáncer cervicouterino, entre otros.
  • Consumo de alcohol: El consumo excesivo puede aumentar el riesgo de cáncer de faringe, laringe, cavidad oral, esófago, mama y colorrectal, debido a la producción de acetaldehído, una sustancia carcinógena.
  • Obesidad y sobrepeso: Son factores de riesgo crecientes, predisponiendo a cánceres como el de colon, mama, riñón y páncreas. En el caso de las mujeres, la obesidad se asocia a cáncer de mama y endometrio; en hombres, a cánceres del tubo digestivo, sistema urinario y próstata.
  • Sedentarismo y dietas no balanceadas: La falta de actividad física y una alimentación deficiente en frutas y vegetales contribuyen al riesgo de desarrollar diversos tumores.
  • Exposición al sol sin protección: Aumenta el riesgo de cáncer de piel.

Factores infecciosos:

  • Virus del Papiloma Humano (VPH): Es el factor de riesgo más importante para el cáncer cervicouterino, y también se asocia con cáncer de vulva, vagina, región anal, pene y cavidad oral.

Factores ambientales y ocupacionales:

  • Contaminantes ambientales y productos químicos: Relacionados con cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer ocupacionales.
  • Radiaciones: La exposición a radiaciones de alta energía (rayos X, rayos gamma) puede dañar el ADN y causar cáncer.

Factores genéticos:

  • Antecedentes familiares: Algunas familias presentan un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer debido a la herencia de genes específicos o a la interacción de varios genes, a menudo modificada por factores ambientales.

La clave está en la prevención

La buena noticia es que muchos casos de cáncer pueden prevenirse mediante la adopción de hábitos saludables y la detección temprana. Las estrategias de prevención se centran en reducir la exposición a los factores de riesgo conocidos y en fomentar un estilo de vida que promueva la salud celular.

Estrategias de prevención:

  1. Estilo de vida saludable:
    • Dieta balanceada y rica en fibra: Priorizar frutas, verduras (como brócoli, acelgas, espinacas, setas, uva y papaya), cereales integrales y proteínas magras. Disminuir el consumo de azúcares y grasas saturadas.
    • Mantener un peso adecuado: La obesidad es un factor de riesgo modificable clave.
    • Actividad física regular: Realizar al menos 30 minutos de ejercicio diariamente ayuda a prevenir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, reduciendo el riesgo de varios tipos de cáncer.
    • Evitar el tabaco y el alcohol: Dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol son de las medidas más efectivas para prevenir el cáncer.
  2. Vacunación:
    • Vacuna contra el VPH: Es fundamental para prevenir el cáncer cervicouterino y otros cánceres asociados al virus. En México, se ha implementado un programa de vacunación en niñas y adolescentes.
  3. Protección solar:
    • Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en horas pico.
    • Utilizar protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados.
    • Evitar el bronceado artificial en camas de bronceado.
  4. Detección oportuna y cribado:
    • Autoexploración mamaria mensual: A partir de los 20 años, es una herramienta importante para la detección temprana del cáncer de mama.
    • Mastografía: Se recomienda a partir de los 40 años (cada dos años) y anualmente a partir de los 50, o antes si hay antecedentes familiares.
    • Papanicolaou (citología cervical): Para la detección temprana de lesiones precancerosas o cáncer cervicouterino.
    • Examen de próstata (tacto rectal y antígeno prostático específico – APE): Recomendado para hombres mayores de 40 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata, y a partir de los 50 para la población general.
    • Colonoscopias: Para la detección de pólipos y cáncer colorrectal, especialmente en personas con factores de riesgo o a partir de cierta edad.
  5. Control de enfermedades crónicas:
    • Manejar adecuadamente enfermedades como la diabetes, que pueden aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer.

Fuentes:

Nota del editor: La información presentada en este artículo tiene fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Se recomienda encarecidamente consultar a un profesional de la salud para cualquier duda o decisión relacionada con la salud.

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