Asma en niños: cuidados y control

El asma infantil es una de las enfermedades respiratorias crónicas más comunes en México, con fuerte presencia en zonas urbanas y rurales. Esta afección, aunque no tiene cura, puede controlarse eficazmente mediante un seguimiento adecuado y medidas de prevención oportunas. En un país donde entre el 8.5 % y el 10 % de la población vive con asma —y en algunas regiones alcanza hasta un 20 %, especialmente en el sur del territorio—, la importancia de diagnosticar y tratar a tiempo esta condición es crucial para proteger a la población pediátrica.

Prevalencia y consecuencias en México

Diversos reportes confirman que el asma se manifiesta con más frecuencia en la infancia. La Secretaría de Salud estima que entre el 5 y el 15 % de la población padece esta condición, con un énfasis mayor en los niños. Durante los años recientes, un análisis epidemiológico estimó que la prevalencia nacional de asma en menores fue de 3.9 %, con las regiones Noroeste y Sureste como las más afectadas.

Por su parte, en el estado de Oaxaca, durante 2025 se registraron más de 370 atenciones por asma en unidades de salud del IMSS-Bienestar, lo que dimensiona el impacto local de la enfermedad. Además, hospitales pediátricos en la Ciudad de México, como el de Azcapotzalco, reportan una alta carga de consultas y tratamientos gratuitos para niños asmáticos, lo que refleja la importancia del sistema de salud pública en este campo.

Síntomas y factores desencadenantes

El asma infantil se caracteriza por episodios de inflamación y obstrucción reversible de las vías respiratorias. Los síntomas más frecuentes incluyen tos persistente, silbidos al respirar, opresión torácica, dificultad para respirar y fatiga generalizada. Estos signos tienden a intensificarse con la llegada del invierno o frente a cambios bruscos de temperatura, lo que hace que algunas temporadas sean más críticas.

Los factores desencadenantes más comunes son:

  • Exposición al humo de tabaco.

  • Alérgenos del polvo, polen y moho.

  • Presencia de mascotas en casa.

  • Infecciones virales como resfriados.

  • Contaminantes ambientales.

  • Estrés emocional, especialmente en contextos urbanos.

La combinación de factores biológicos y ambientales explica por qué el asma afecta a ciertos niños con mayor intensidad que a otros.

Diagnóstico y control integral

El diagnóstico temprano es fundamental y se realiza mediante evaluación clínica y pruebas de función respiratoria, como la espirometría. Una vez confirmado, el control del asma en niños se basa en cuatro pilares principales:

  1. Evitar desencadenantes: Identificar y reducir la exposición a factores que provocan crisis asmáticas, como polvo, humo o cambios drásticos de temperatura.

  2. Tratamiento farmacológico: Inhaladores con broncodilatadores y esteroides inhalados, prescritos según la gravedad del caso, permiten controlar la inflamación y aliviar síntomas.

  3. Vacunación preventiva: Vacunas como la antigripal y la antineumocócica ayudan a reducir infecciones respiratorias que pueden agravar el asma.

  4. Educación del entorno: Capacitar a padres, maestros y cuidadores para reconocer síntomas de alerta y aplicar correctamente los tratamientos.

En México existen lineamientos nacionales, como los contenidos en la guía “Manejo Integral del Asma”, que orientan a profesionales de la salud sobre protocolos de tratamiento específicos para la población pediátrica.

Riesgos y hospitalizaciones

Uno de cada dos niños con asma presenta síntomas intermitentes que, si no se controlan adecuadamente, pueden llevar a hospitalizaciones frecuentes. Este escenario es particularmente común en zonas con alta contaminación ambiental o en familias con acceso limitado a servicios de salud. Cada crisis asmática no controlada puede representar no solo un riesgo inmediato para la vida del niño, sino también un aumento en los costos y presión sobre el sistema sanitario.

Prevención y medidas educativas

La prevención es una de las herramientas más efectivas contra el asma. Las autoridades sanitarias recomiendan medidas simples, pero de gran impacto, como:

  • Evitar el humo de tabaco dentro y fuera del hogar.

  • Mantener espacios limpios y libres de polvo.

  • Proteger a los niños contra cambios bruscos de temperatura.

  • Promover hábitos de vida saludables, incluyendo actividad física moderada y una dieta balanceada.

  • Asegurar que los niños asmáticos cuenten siempre con su inhalador de rescate.

La educación dirigida tanto a familias como a maestros es fundamental. Estos actores deben reconocer señales de alarma, como tos persistente nocturna, silbidos, respiración entrecortada, fiebre o agitación, y saber cuándo buscar atención médica de urgencia.

Conclusión

El asma infantil en México representa un desafío considerable de salud pública. Su prevalencia, variable según las regiones, evidencia la necesidad de reforzar las estrategias de prevención, diagnóstico temprano y control integral. Aunque no existe cura, el asma es una enfermedad controlable al 100 % si se cumplen tres condiciones básicas: acceso a tratamiento, reducción de factores de riesgo y educación de familias y comunidades.

Garantizar que los niños con asma reciban atención adecuada no solo mejora su calidad de vida, sino que también reduce hospitalizaciones, optimiza recursos sanitarios y fortalece la salud pública del país. La meta es que cada niño mexicano con asma pueda llevar una vida plena, activa y sin limitaciones innecesarias.

Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta profesional, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico de confianza.

Fuentes bibliográficas

  1. Secretaría de Salud. Datos e información sobre asma infantil en México. Gobierno de México, 2024.

  2. Servicios de Salud de Oaxaca. Reporte sobre atención a pacientes pediátricos con asma en IMSS-Bienestar. Oaxaca, 2025.

  3. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. Control del asma y calidad de vida en niños asmáticos y sus cuidadores. IMSS, 2023.

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